Las plantas tienen conciencia, son inteligentes, se protegen y tienen memoria.
¿Sabías que las plantas tienen los cinco sentidos que tiene el hombre y diez más?
¿Sabías que las plantas cuando son atacadas por alguna bacteria o virus, emiten una sustancia que atrae a un insecto determinado que se come a esa bacteria?
¿Sabías que las flores conquistan a las abejas, emitiendo cafeína o nicotina, lo cual hace que la abeja vuelva a polinizar en esa flor?
Recientes investigaciones del neurobiólogo de la Universidad de
Florencia, Stefano Mancuso (1965 Italia) han confirmado que las plantas no solo
sienten y reaccionan frente a distintos tipos tipos de música, sino que también
tienen conciencia de si mismas y de su entorno, pueden auxiliarse unas a otras
frente al peligro demostrando ciertos grados de altruismo, se comunican entre
sí e incluso usan estrategias en las que destaca el engaño. También tienen
memoria, una superior que muchos animales.
Todas estas características, comúnmente asociadas al reino animal
y especialmente a los humanos, están fuertemente desarrolladas por una red de
impulsos químicos que están presentes en todo el cuerpo de la planta y que
funcionan de la misma manera que las células neuronales. En otras palabras,
poseen inteligencia aunque no tengan cerebro.
Plantas que se ayudan entre sí... Inteligencia... y conciencia
Doctor en Ciencias, es una de las máximas autoridades de
neurobiología vegetal. Fundador y director del Laboratorio Internacional de
Neurobiología de las Plantas de la Universidad de Florencia. Sus
investigaciones están enfocadas en la inteligencia vegetal, y en la capacidad
de las plantas de resolver problemas.
La habilidad de las plantas para percibir cambios en su medio
ambiente y reaccionar frente a éstos se conocía desde hace varias décadas, pero
sólo recientemente ha sido aceptado como observaciones científicamente válidas.
Y en esto la labor de Mancuso ha sido fundamental.
Por ejemplo, en un experimento realizado hace casi medio siglo se
demostró que el daño generado por insectos en hojas de plantas de tomate y papa
inducía una rápida acumulación de un compuesto de defensa en las hojas dañadas,
e inesperadamente, también en las hojas cercanas no dañadas de la misma planta.
En otra prueba, se descubrió que el daño causados por insectos a
las hojas de unos álamos generaba una respuesta de defensa en esos árboles y
también en los cercanos de otra especie, revelando entonces un desconocido
mecanismo de comunicación entre las plantas. En otras palabras, los álamos que
estaban siendo devorados podían “avisar” a otras floras cercanas que se
prepararan para un ataque inminente.
Por todo esto, Mancuso usa el concepto de “Inteligencia vegetal”
para referirse a las respuestas de las plantas frente a los cambios de su
entorno, entre otros, la capacidad de comunicación mediante mensajes químicos.
"Las plantas tienen una forma diferente de inteligencia, son
inteligentes sin tener un cerebro", explica a El Mostrador C+C.
"Pueden resolver un problema, que es mi definición de
inteligencia. Todos los problemas sobre la definición de inteligencia con las
plantas es porque no tienen cerebro. Las críticas (a su trabajo) han sido sobre
cómo una planta puede ser inteligente sin un cerebro, pero es un tipo de
inteligencia diferente. Hay muchas inteligencias que carecen de cerebro. Por
ejemplo, un enjambre de insectos tiene el mismo tipo de inteligencia de una
planta", dice.
Para Mancuso, las plantas toman decisiones todo el tiempo sobre
donde hallar alimento o cómo evitar a
sus depredadores. Lo hacen igual que los animales, "no hay ninguna
diferencia desde ese punto de vista".
"En este sentido además tienen más sensibilidad, incluso que
los seres humanos, porque no pueden moverse, no pueden escapar cuando hay un
peligro y su única posibilidad de sobrevivir es comprender que hay algo
alrededor que está cambiando. Por eso son más sensibles que los animales".
Para él, incluso podría decirse que tienen conciencia, según la
definición que Mancuso usa del estadounidense Michio Kaku. Según el italiano,
no sólo perciben la gravedad, las ondas vibratorias, sino también el sonido.
"Las plantas pueden detectar sonidos, son increíblemente
eficientes en eso", resalta. "Pueden detectar frecuencias
específicas, entre 200 y 1.000 hertz, y de moverse de acuerdo a estas
frecuencias". No sólo eso: incluso son capaces de producir sonido.
En sus pruebas, el científico además ha descubierto tienen
conciencia del otro. Por ejemplo, cuando dos plantas parasitarias se pelean a
una tercera, la "perdedora" se retira.
Además poseen "memoria" por hasta 40 días, destaca
Mancuso. En contraste, a un insecto le dura 24 horas.
"La inteligencia y la conciencia son fenómenos biológicos, y
deben estudiarse como tales", recalca.
¿Pueden sentir dolor, por ejemplo, cuando cortamos una rama?
"No lo sabemos, pero tiendo a creer que no, porque el dolor es importante
sólo para los animales, porque pueden moverse ante un estímulo de dolor. Como
las plantas no pueden moverse, no sería tan importante sentir el dolor".
¿Y se comunican?
Se comunican con otras plantas de la misma especie a través de
moléculas químicas volátiles, mandan por ejemplo mensajes de peligro. Si un
insecto se le está comiendo las hojas, la planta produce al instante
determinadas moléculas que se difunden kilómetros y que avisan de que hay un
ataque en curso.
Las plantas producen muchas moléculas químicas cuyo único objeto
es manipular el cerebro de los animales, en ese contexto se inscriben las
drogas.
Un ejemplo...
Estudios recientes demuestran que un naranjo o un limonero en flor
actúa de diferente manera según la cantidad de polen que lleve el insecto. Si
lleva mucho polen, aumenta en el néctar la cantidad de cafeína para activar su
cerebro, para que se acuerde de esa planta y vuelva. Si lleva poco polen, corta
la cafeína.
En las plantas observamos el cuidado parental que observamos en
los animales más evolucionados. En un bosque denso, para que un árbol recién
nacido adquiera cierta altura para poder hacer la fotosíntesis y ser
autosuficiente han de pasar al menos diez o quince años durante los cuales será
alimentado y cuidado por su familia.
¿Si no tienen cerebro cómo es que desarrollan estas cualidades?
Las neuronas son las únicas células en los animales que producen y
transmiten señales eléctricas. En las plantas, la mayor parte de las células de
su cuerpo lo hacen, y en la punta de las raíces tienen muchísimas. Podríamos
decir que toda la planta es cerebro.
Muchos teníamos bastante claro, que los animales sí tienen
sentimientos, conciencia e incluso personalidad, no obstante este conocimiento
intuitivo no era aceptado por todos hasta la Declaración de Cambridge, en donde
la comunidad neurocientífica plantea que todos los mamíferos, aves y otras criaturas, incluyendo
pulpos, tienen conciencia.
Existían también estudios que decían lo mismo de las plantas.
Cleve Backster, un policía de Nueva York, que en 1966 se le ocurrió utilizar el
detector de mentiras con las plantas de su oficina, descubrió con este
experimento que las plantas sentían y se comunicaban telepáticamente, lo cual
por mucho tiempo, hasta ahora, fue descartado por la ciencia.
Por si fuera poco diferencian el color rojo del azul gracias a sus
fotorreceptores. “Responden a sustancias químicas en el aire, a señales de luz.
Sí podemos decir que ven, huelen y responden al tacto, siempre que recordemos
que al usar esos términos no estamos diciendo que experimentan el mundo de la
misma forma que una persona”, explica el académico.
Lo más inquietante es cuando plantea: “Cuando miramos a una planta
debemos verla como una vieja prima lejana. Hace dos mil millones de años las
plantas y los humanos evolucionaron de las mismas células. Unas tomaron un
camino y otras otro, pero la biología básica es la misma”.
En conclusión:
Las plantas son capaces de avisar al resto sobre peligros que
puedan asechar por medio de vibraciones y olores. Además trasfieren savia a
plantas más pequeñas: “Los cuidados parentales sólo se dan en animales muy
evolucionados y es increíble que se den en las plantas”.
Las plantas tienen inteligencia vegetal, generan un ecosistema
vivo, juegan, se relacionan socialmente y son parecidas en resumidas cuentas a
los humanos: “En cada punta de las raíces existen células similares a nuestras
neuronas y su función es la misma: comunicar señales mediante impulsos
eléctricos, igual que nuestro cerebro. En una planta puede haber millones de
puntas de raíces, cada una con su pequeña comunidad de células; y trabajan en
red como internet“.
Las hadas en el libro "El Reino de Fairiel", enseñan a respetar y ver al Reino Vegetal de la misma forma que vemos al animal. Tanto las plantas, como los animales y los humanos, somos IGUALES. Todos tenemos inteligencia y conciencia. ¡Basta de ver a las plantas y los animales como algo inferior al hombre! Hagamos a un lado el EGO que nos impulsa a sentirnos superior a todo lo que existe en el Universo. NO SOMOS LOS MAS INTELIGENTES NI LOS MAS EVOLUCIONADOS. Aprendamos a respetar al entorno que nos rodea, y que gracias a ellos vivimos. Sin plantas no habría oxigeno, por ejemplo.